Pensar en un fin, tiene esta sensación de no querer reconocer lo que es, que todo termine de una vez, esta sensación rara de tener que acostumbrarnos a desacostumbrarnos de lo que tanto nos gusta; esta sensación de no querer arrancarme del alma lo que tanto quiero y tanto me duele; que más bien me hacés, más mal lo hacés; que muero por que todo esto sea una pesadilla horrible para poder perdonarte una vez más; que sueño que como un par de idiotas nos dejamos llevar otra vez por lo que sentimos; esta sensación de saber que eso no va a volver, esta sensación de saber que no va haber después, esta sensación de tener que seguir, de tener que olvidar, de reconocer, que esta vez no puedo más, que esta vez decidiste el fin, para vos, por vos, para los dos. Y no va haber después, ni volveremos, no voy a encontrar fuerzas donde ya las sacaste, no voy a encontrar razones ni argumentos para decir `una vez más´, no voy a poder fingir que no me duele más, no voy a resistir un sufrimiento más. No puedo. Pudiste ser todo para mi, lo fuiste, pero te caíste en lo que todos caen, en creer que el amor es un juego estúpido, que a nadie le duele ni le importa, tal vez no te duela ahora, tal vez no sientas lo que yo sí, pero mientras más juegues, más rompes, y deberías tener más cuidado, por que con lo que estás jugando, y lo que estás rompiendo es mi corazón, cosa que pocas personas pueden ver, sentimientos que pocos pueden reconocer, cosas que muchos hacen y deshacen como si fuese descartable, NO LO SOY, y vos lo rompiste una vez más, te creí, y me mentiste, UNA VEZ MÁS.