sábado, 9 de octubre de 2010

Y es que son cosas de la vida, capítulos de mi historia,
aquel cuento de hadas se convirtió en
 más pena que gloria,
en escoria derramada, llantos sobre una almohada,
porque desgracia me aclama y 
me acompaña hasta la cama.
 
Paranoias rayadas y una amarga soledad,
me dejó el chico el cual amaba de verdad,
cada mañana bajo sábanas lloro pensando en ti,
esa noche que discutimos fue la última vez que te vi.
 
Y me pregunto el por qué de 
cada beso que me dabas,
porque en ti confiaba si el porque era
 la respuesta que faltaba,
porque la suerte jamas me acompaña,
no me extraña que no crea ni una pizca en la
 esperanza.
 
Laberinto sin salida, te busco y no te encuentro
en el unico lugar que estás es en mi pensamiento
bien adentro exactamente donde 
estan los sentimientos,
los lamentos, desde entonces 
mi corazón late lento.
 
Tras meses a veces sigo pensando
 cuando era tu niña,
aquellos besos por el cuello 
lentamente y con cariño,
que me dabas 
me llenban de esperanza y de ilusión,
sigo recordando el día que murió mi corazón.
 
Recuerdo que mi vida por ti hubiera dado,
dudo que exista alguien que
 te ame como te he amado,
nunca te faltó de nada porque todo te lo di
quiero dormirme y despertar 
saber que jamás te perdí.
 
Y aunque me cueste aceptarlo 
sigues en mi pensamiento,
intento olvidarte pero es que no se si quiero,
todos sabemos que el orgullo 
no lleva a ninguna parte,
todo es oscuro desde el 
día que me dejaste.
 
Suerte me dio la espalda y se perdio la esperanza,
el tiempo olvida y no perdona no espera
 la aguja avanza,
yo perdono y nunca olvido me siento solo y vacío,
jamás me arrepentí del tiempo que
 juntos vivimos.

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